Mentre els posicionaments oficials continuen
entretinguts amb qüestions com si s’han de fer més o menys deures, si convenen tantes
o quantes hores d’activitats extraescolars, el sexisme en les joguines o en
penjar als nens diferents tipus d’etiquetes diagnòstiques, hi ha veus que, des
de fa temps, plantegen la necessitat de canviar de manera radical la manera
normativa d’entendre l’educació. Aquest és el cas del psiquiatra xilè Claudio
Naranjo. Considerat pioner en el seu
treball experimental i teòric com integrador de la psicoteràpia i les
tradicions espirituals, des de finals dels anys 90 ha participat en un gran
nombre de conferències d'educació i ha procurat influir en la transformació del
sistema educatiu a diversos països, mogut per la convicció que res és més
esperançador en termes d'evolució social que el cultiu de la saviesa
individual, la compassió i la llibertat.
La seva crítica a l’educació no només fa
referència a l’àmbit escolar, sinó també a la que proporcionen els pares als
seus fills com a corretja de transmissió d’una manera de fer i d’uns valors
propis d’una societat pertorbada. Naranjo diu en aquest sentit: “Es la
educación desde donde se inocula la conciencia vieja. La educación está
sirviendo para la perpetuación de una manera de pensar, de una manera de ser
que ya nos es obsoleta y destructiva”. Amb les seves formes amables i la seva
veu suau afirma: “… la educación no está al servicio de la evolución humana
sino de la producción o más bien de la socialización. Esta educación sirve para
domesticar a la gente de generación en generación…”. I afegeix: “Se quiere usar
la educación como una manera de meter en la cabeza de la gente una manera de
ver las cosas que le conviene al sistema, a la burocracia. Nuestra mayor
necesidad es la de una educación para evolucionar, para que la gente sea lo que
podría ser”.
Per a Naranjo, “la educación actual cuenta con una
agenda implícita que requiere que los niños sean igualitos a los papás, cuando
los papás son el problema”. “Hay un énfasis en la crianza en la domesticación.
Después de que aprendimos a domesticar a los animales empezamos a domesticar a
nuestros hijos. Somos una especie autodomesticada, autodomesticante. Y no nos
damos cuenta en la medida en cuan violento es este proceso…..”. “Al niño se lo rodea de no, no, no, no,
no, se le enseña a no seguir sus impulsos, no seguir lo que Freud llamaba el
principio del placer. Al niño se le enseña a que el principio de realidad debe
venir antes que el principio del placer. Hay una acusación de que el placer es
malo, es criminal, que hay que sacarse de adentro”. Com a resultat de l’estat de la qüestió, en la seva opinió, “las
necesidades de los niños son tan profundamente negadas o postergadas que los
niños tienen que olvidarse de sí mismos. Los niños tienen que volverse
ascéticos prematuramente, tienen que no saber de su propia hambre…”.
“En lugar de una educación para la información, se
necesitaría una educación que se ocupe del aspecto emocional y una educación de
la mente profunda”. “La información abunda. Lo que necesitamos es el cariño, lo
que necesitamos es la libertad”. “Actualmente se reprime a los hijos de
generación en generación… y es una gran pérdida para el mundo toda esa energía
creativa de los niños. Tal vez la solución al mundo sería muy fácil si
simplemente dejamos que se desarrollen las mentes de los niños de otra manera
para tener una generación no sólo más feliz que la nuestra, una generación más
sabia que la nuestra y más benévola que la nuestra”.
La seva proposta doncs posa l’accent en la
prevenció: “Yo mantengo que el cambio es a través de la consciencia, otra
manera de ver, otra manera de sentir, otra manera de comprender, otra manera de
Ser, y que la educación es la principal manera cómo podríamos inyectar eso en
la humanidad en forma masiva. No más educación de la que hay sino… una
educación para trascender la mente patriarcal”. Però, al seu parer, no serà
fàcil un canvi en aquesta direcció: “La sociedad está muy mal y tendría que
evolucionar para que se resuelva la crisis social multifacética. La conciencia
es nuestra esperanza. Pero parece que la conciencia va a tener que meterse en
el mundo no por la institución ya establecida de la educación. Yo estoy hace
tiempo tratando de cambiar la educación y no tengo mucho optimismo a estas
alturas de que sea cambiable porque la burocracia educacional es muy inerte”.
Una part molt important del seu treball s’ha
dedicat a crear un model de formació per educadors per ajudar a capacitar-los a
poder acompanyar millor el procés de desenvolupament propi del nen. En les seves paraules: “Y cuánto no convendría
a nuestros futuros educadores comprender que la salud, como la libertad misma,
no es tanto algo que se adquiere, sino algo a lo que se llega dejando atrás una
prisión en la cual se ha crecido y no se sabe siquiera que se habita hasta que
no se emprende la aventura del autoconocimiento y se llega a asomar más allá de
sus paredes”.
A la pregunta, de quina manera podem actuar des de
la família, Naranjo respón: “Lo máximo que pueden hacer los padres por sus
hijos es ocuparse de su propio desarrollo personal. Que el padre y la madre se
desarrollen como personas y sean el ejemplo”.
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