11.18.2023

Quando la luce splenderà

No somos conscientes de la fuerza ascendente, 

la hemos olvidado.          

No somos conscientes de la fuerza descendente,    

estamos confundidos con ella. 

Fossas           


11.04.2023

La extraordinaria impresión de existir.

En su libro La realidad del ser, Jeanne de Salzmann escribió:

¿Quién soy yo? Imposible responder. No soy mi cuerpo; permito que se vueIva pasivo. No soy mi cerebro formatorio; también permito que se vuelva pasivo. Ante esta interrogante, no soy estas emociones egoístas hacia mí mismo, las cuales tambien se vuelven pasivas.

¿Quién soy yo? EI soltar se hace cada vez más profundo. No me relajo ahora para obtener algo. Me relajo por humildad, porque comienzo a ver que por mí mismo no soy nada y que, en el seno de esta humildad, aparece una confianza, una especie de fe. Estoy tranquilo y estoy bien donde estoy, en paz.

En ese soltar más profundo, me abro al centro vital en el abdomen, el punto de relación con las energías que vienen de todos mis centros, que se relacionan entre sí de una cierta manera. Ese contacto me hace sentir que la totalidad de mi ser ya no está amenazada. Todo está integrado, todo está en su lugar. Me siento en un orden justo que me involucra todo entero. Mi cuerpo está en reposo, no se tensa en ninguna dirección. Hay un movimiento constante de soltar hacia abajo, hacia ese centro de gravedad desde donde parto para atender la vida y donde regreso a mí mismo. En ese movimiento de soltar profundo, tengo la impresión de una energía liberada, liberada sin ningún esfuerzo, sin que yo haya hecho nada para ello. Llega como un resultado. No es asumida ni por mi pensamiento ni por mi emoción. Ella no me pertenece. Es una fuerza sobrenatural que obra mientras la obedezca.

Ella me transformaría si yo aceptara la experiencia, si no me resistiera tratando de dirigirla. Aprendo a vivirla. Le obedezco conscientemente. Ese es el movimiento de mi ser.

Cuando mi cuerpo ha alcanzado un estado en el que ya no hay tensión, siento lo fino de la sensación de inmovilidad como el nacimiento del ser.... Siento esa extraordinaria impresión de existir. Cuando estoy así tranquilo, inmóvil, sin tensión, siento que mi respiración tiene una gran importancia, una importancia que nunca le doy. Es por ese acto que participo de la vida; un acto más grande que yo. Existo en ese movimiento, un movimiento viviente en el que estoy incluido. No es mi . . cuerpo, soy yo quien respira.